Recién vi ‘Bones At All’

Recién vi «Bones At All» y creo que está bastante bien. Por lo que he visto al parecer habría interés en cierta crítica cinematográfica por encontrarle problemas, pero esos problemas no los veo. Es la nueva película de Luca Guadagnino, famoso por la muy buena «Call Me By Your Name», y cuenta con el actor bello del momento, Timotheé Chalamet. Es una historia de amor entre dos adolescentes, quienes además son caníbales.

¿Hay sangre? Sí, incluso un breve plano de un órgano siendo arrancado de una víctima viva, pero el tono de la narración está lejos de enfatizar el morbo por la truculencia (como el reciente éxito independiente «Terrifier 2», que está muy bien si a usted le gusta el terror italiano de principios de los 80). En lugar de interesarse por el gore (que casi no notamos), el filme se concentra en la historia de amor de la pareja protagónica, con paisajes de grandes espacios abiertos, luz natural y ambientada en el Estados Unidos rural a finales de los 80, ambientación sostenida en parte gracias a una gran banda sonora con citas New Wave, sin estorbar nunca a la narración ni robar el foco principal. Esta banda sonora extraordinaria, hecha con un sentido del buen gusto exquisito, es obra de los ganadores del Oscar Trent Reznor y Atticus Ross, así que tanto buen nivel no es una sorpresa.

En ese sentido, como historia de amor contada de forma sensible y melancólica, «Bones At All» es un filme plenamente logrado y que encierra una reflexión metafórica interesante sobre la naturaleza de las relaciones humanas.

La mala crítica que vi hablaba sobre la falta de énfasis en los elementos propios del cine de terror, pero a mi juicio criticar eso es equivocarse, ya que se critica una opción deliberada y no un error. En otras palabras, si el crítico cree que la película debió contar la historia de otra forma ¿Por qué no la cuenta él?

Y sin embargo, hay algo más que me hace ruido en todo ésto: una historia filmada en celuloide, con luz natural, ambientada en el Estados Unidos rural, contando un romance de dos sujetos que viven al margen de la sociedad, todo con un elemento inusual y medianamente subversivo en la narración ¿No le suena conocido?

¿A qué le recuerda este filme? A mi, múltiples películas independientes norteamericanas hechas en la época en que se ambienta esta narración. Tantas que no puedo nombrarlas a todas, excepto las más antiguas de los directores más famosos de esa corriente. Mientras disfrutaba «Bones At All» no podía dejar de sentir que había algo doble aquí, que estaba viendo algo que estaba tratando de ser otra cosa: un filme contemporáneo tratando de ser un filme de hace treinta y tantos años, una producción grande y con un elenco famoso tratando de ser un filme barato, una obra de un director consagrado tratando de ser una primera película de un desconocido con talento.

¿Qué está pasando aquí? La película es buena, pero con una pretensión que es iconoclasta, y el referente que trata de imitar y homenajear se caracterizaba precisamente por un intento de ser genuino, por querer contar historias de gente real mientras las grandes producciones nos inundaban con un sinfín de películas de acción de hombres musculosos. Lo iconoclasta no es algo malo en sí, ahí está la trilogía de Sergio Leone y toda la obra de Tarantino, pero ambos, Leone y Tarantino, no trataban de recrear algo que originalmente tenía pretensiones de sinceridad (como este cine independiente, heredero directo del Free Cinema, la New Wave y el Neorrealismo), sino que reproducían ficción que ya ha cristalizado en elementos claramente reconocibles (el cine de vaqueros y el explotation) gracias a su repetición, repetición que los separaba de su referente real.

Cuando veo «Shane, el desconocido» sé que los vaqueros no eran así, ni los conflictos y ni siquiera los escenarios, pero veo la película para disfrutar la historia. Por el contrario, el cine independiente al que hace referencia Guadagnino aquí trataba de contar las historias que el mainstream no contaba, pero la película de Guadagnino es mainstream. Simplificando, es como la diferencia entre una polaroid e Instagram. Hay grandes fotógrafos en Instagram y al principio me gustaban mucho sus filtros, pero hay algo inherentemente limitado en el tema de la nostalgia, ya que el recuerdo tiene límites bien definidos.

¿Es un problema realmente todo ésto? No necesariamente, ésta es una muy buena película en realidad, pero…

¿Qué significa todo ésto? ¿Es alienación? ¿Es nuestro destino separarnos constantemente de la realidad?

Ayer vi Dune World

Dune World Este es un filme del año 2021 dirigido por los hermanos Polonia y protagonizado por Samantha Coolidge.

Mire bien el afiche, es lo mejor de este filme.

Cuenta la historia de una tripulacion de mantenimiento minero que sufre una serie de misterios mientras tratan de cumplir su mision en un planeta terraformado llamado Calibán.

Primero, las dos obviedades más grandes: es un intento descarado de ganar algún espectador despistado que busque la superproducción «Dune» del mismo año, y su realización es tan barata, descuidada y ridícula que cuesta creer que exista, que alguien en serio quiera que creamos que esto es un largometraje.

El filme se compone de la actuación no muy convencida de un puñadito de actores, escenarios reales que parecen ser la escuela donde estos actores estudian juntos, imágenes genéricas de archivo y generadas por computador que le dan al conjunto la extraña cualidad de parecer un power point de larga duración y un atrezzo de cero inversión. En este último punto me podría detener largamente:

 – el tripulante robot es interpretado por un hombre con gran sobrepeso enfundado en un traje plateado y vestido con una máscara de halloween y que al caminar mueve los brazos del modo en que se hacía el «el paso del robot» del breakdance.  

– Las oficinas tienen falso techo común, puertas de contrachapado y los ordenadores son PC y Mac.   – Cada tripulante viste un overol de diferente color, adornado por etiquetas de diferentes organizaciones, algunas de ellas de papel.  

– Cuando los tripulantes caminan por el planeta Calibán visten gafas de sol y mascarillas N95 a pesar de declarar minutos antes que la atmósfera era respirable. En serio.

– Sus armas son pistolas nerf pintadas de beige. 

– Todas las tomas exteriores son planos medios y medio cortos de los tripulantes frente a una pantalla verde, la que es reemplazada por la imagen genérica de unas dunas, polvo y humo.  

– El fondo de la cabina de la nave está decorado por largas tiras de papel plateado y no mucho más.  

– La animación por computador está a la altura de un videojuego del año 2000: polígonos básicos con iluminación difusa y sin una fuente clara.

En fin. Podría seguir por horas y horas. El gran misterio con este filme no es su argumento, simple pero relatado de forma confusa, sino su existencia en sí ¿Para quién está hecho? Además del público aficionado a mezclar video y cannabis ¿Quién sabe de la trayectoria de los realizadores? ¿Alguien paga por ver algo así?

Por supuesto, hay precedentes de este tipo de aberraciones: todos los filmes de Troma, todos los filmes de Charles Band, el Vengador Tóxico, Basket Case. El detalle es que estos precedentes han ganado un cierto estatus en la categoría «tan malo que es bueno», categoria propia de la revision iconoclasta del pasado. Pero Dune World no es pasado, es presente y por lo tanto aún no ha tenido tiempo para ser reevaluado. Al igual que todos estos filmes en el momento de su estreno, Dune World es basura: mal hecha, poco efectiva, ridículamente mala, ignorando reglas básicas de realización como mantener el eje de cámara, por ejemplo. Por momentos, Dune World parece un filme abstracto gracias a su montaje aleatorio.

Entonces ¿En algún momento futuro alguien superará la barrera infranqueable del amateurismo total de los autores y verá méritos en Dune World que yo no veo? No tengo respuestas, querido lector. Estoy atónito.

Ayer vi «Cuentos de Terramar»

Le confieso, querido lector, que había pasado por alto este filme. Mientras lo veían en mi casa lo miré de reojo y me acordé de «Conan, el niño de las estrellas», y después me olvidé ¡Vaya error que estaba cometiendo!

Este filme cuenta la historia de XX, príncipe de XX, quien mata a su padre, roba su espada y huye.