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Ayer vi «The Troll Hunter»

Debo confesar dos cosas: vi esta película por el afiche y esperaba algo mucho peor, algo similar a «Troll 2». Pero no, felizmente.
La historia está contada usando el recurso del «material de cámara encontrado»: un equipo de filmación descubre una verdad asombrosa, pero muerte producto del riesgo y su único testimonio es el material que alcanzaron a grabar. No es un recurso nuevo ni mucho menos: es la misma premisa de «Blair’s Witch Project» (que la vi con mi walkman puesto y me aburrió) y de «Cannibal Holocaust», tan efectiva que su director, Deodato, tuvo que demostrar en los tribunales que la matanza era mediante efectos especiales. Podría citar también «El manuscrito encontrado en una botella» y casi todos los relatos de Lovecraft como precursores, pero no es mi intención. Pasemos al filme.
El equipo de filmación de turno es un grupo de estudiantes universitarios noruegos tratando de hacer un documental sobre la caza ilegal de osos. Los cineastas son exxtraordinariamente rubios, jóvenes, ingenuos y proclives a grabar planos incompletos, movidos y poco sutiles. Eso sería si realmente fuese el filme la grabación póstuma de los estudiantes, pero no lo es (nunca lo es, nadie vería algo así): la estética visual está en función de convencernos de su autenticidad. Grabando entrevistas a cazadores legales, quejándose de los cazadores clandestinos como portadores del caos, descubren a un hombre de aspecto tan fiero como extravagante: este viejo barbón , además de parecer recién salido del «Viaje al centro de la Tierra», conduce un automóvil con remolque dañados por las garras de una bestia más fuerte que cualquier animal que habite algún zoológico. Lo creen un cazador sin permiso y lo siguen una y otra vez, grabándolo a distancia, plantándole micrófonos para espiarlo y encarándolo. Tienen suerte: el cazador no los echa a patadas sino que se confiesa con ellos. Su presa no son los osos sino los trolls, y es el gobierno noruego quien le ha encargado un trabajo tan peligroso.
La premisa es extraordinaria y funciona bien, a pesar de sus defectos (como el diseño de personajes, por ejemplo). Las veces que me reí diciendo «Esto es demasiado» no fueron tantas como esperaba, y eso que el filme no se ahorra folclor. Por ejemplo, juega un rol importante y trágico la sangre cristiana, que por suerte para los cineastas es minoría en Noruega. Pasé todo el metraje esperando ver a la siguiente fiera sobrenatural, odiando al director del falso documental (por tonto) y temiendo por la suerte de los personajes.
Eso hace que sea bueno, para mi. Me enganchó y sobretodo no me dejó la triste sensación de haber perdido el tiempo. Me sorprendió sobremanera el final, que no voy a revelar: me encantaría saber cómo lo hicieron.
P.D. No hay gore, si es eso lo que busca el lector. Pero lo va a pasar bien igualmente

http://www.imdb.com/title/tt1740707/

Roberto Suarez Perez

Acerca de Roberto Suarez

Vivo en La Habana actualmente

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